domingo, 30 de diciembre de 2012

FAMILIA: ¡ SÉ LO QUE ERES!



Cuando asistimos a una evidente cambio de paradigma en la familia, la familia emerge en su verdad interior.
Shakespeare nos dice: "todo queda en puro poder, poder en voluntad, voluntad en apetito y el apetito, ese lobo universal, doblemente secundado por voluntad y poder, hace del universo todo su presa, hasta devorarse a sí mismo". Pareciera que la ley es la fortaleza del imbécil para tragarse instituciones y tradiciones, como si no hubiera miembros distintos en el cuerpo y todo confluyese al fin en un difuso y envidioso igualitario, constituye el auténtico desafío, la verdadera actividad subversiva amenazante de la familia.
La Jornada de la familia es hoy, 30 de diciembre,, en el cual el mensaje de los obispos se ha centrado en algo tan esencial como: "Educar la fe en familia", invitando a potenciar la reflexión sobre la decisiva importancia de la familia para vivir y crecer en la fe, en un tiempo donde la misma familia se siente golpeada por los constantes cambios en la sociedad.
Pero no sólo la anhelada uniformidad y el debilitamiento en la transmisión de la fe se han convertido en nuestra época en dos portentosos retos de la familia.
La permisividad sexual y el emotivismo yerguen su pecho sobre la realidad social, como un virus destructor donde la familia encontrará y deberá activar sus propios mecanismos defensivos, si quiere sobrevivir a esta feroz espiral del relativismo.




La concepción emotivista de la familia, la frívola y malsana costumbre de "dejarse llevar por los sentimientos desembocó en la  proclividad de llamar matrimonio o familia, a parejas homosexuales: si lo sustantivo es el sentimiento ¿por qué el amor entre personas del mismo sexo debería valer menos que el amor entre heterosexuales"

Además, esta propuesta emotivista nos proporciona: la volatilidad creciente de la familia, cuya estabilidad queda supeditada a los vaivenes de la emoción.
La entrega personal, el sacrificio, el perdón, la comprensión, la paciencia, la fidelidad jurada: todo lo que hace posible que la unión de un hombre y una mujer resista el desgaste del tiempo, no entra ya en el plan de vida.
Desasistida por la ley y eclipsada por la cultura, la familia, sin embargo, es defendida y protegida por los organismos nacionales e internacionales en sus textos jurídicos. Además se respetan sus derechos, de protección no sólo de la sociedad sino del Estado. El documento Pontificio," desea estimular a las familias a unirse para la defensa y formación de sus derechos, dirigiéndose, finalmente, a todos los hombres y mujeres para que se comprometan a hacer todo lo posible, a fin de asegurar que los derechos de la familia sean protegidos y que la institución familiar sea fortalecida para bien de toda la humanidad, hoy y en el futuro."


El cristianismo, la convirtió en Sagrada Familia, "modelo perfecto de vida familiar, fundada en la fe, la esperanza y la caridad."  En esta gran fiesta de la familia, conviene recordar las palabras del Beato, Juan Pablo II: "Toda la familia descubre y encuentra en sí misma la llamada imborrable, que define a la vez su dignidad y responsabilidad."

¿Por qué buscar fuera lo que está dentro, no reconocer que la vida no es algo que provenga del exterior?
Familia, ¡Sé lo que eres!

Roberto Fuentes Luque

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Fuente: Catholic.net.

(almas_peq)

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