sábado, 29 de diciembre de 2012

SE TERMINA EL AÑO 20...



Se termina el año 2012.
Han pasado ya las penas y las alegrías. De ellas sólo quedan el mérito de no haber sufrido con espíritu sobrenatural, y de haber agradecido a Dios las satisfacciones. El pasado deja huellas en la biografía que Dios tiene de mí.

El día de hoy podríamos considerar tres cosas:

a- El tiempo pasa.

b- La muerte se acerca.

c- La eternidad nos espera.

El tiempo pasa volando. Solamente quedan el mérito de haber sufrido las penas con espíritu sobrenatural y de haber agradecido a Dios las satisfacciones y alegrías.

La muerte se acerca, cada día que pasa estoy más cerca de ella. Es necio no querer pensar en eso. Puede  que éste sea el último año de nuestra vida. No es probable, pero sí es posible. En ese momento trascendental, ¿qué querré haber hecho? ¿Qué no querré haber hecho?, conviene hacer ahora lo que entonces me alegraré de haber hecho, y no lo que me pesará haber hecho.

La eternidad nos espera. Nos preocupamos mucho de lo terrenal, la salud, dinero, éxito, imagen, etc. Todo esto es transitorio. Lo único que perdurará es lo espiritual. El cuerpo  lo comerán los gusanos.
Con la muerte no termina la vida del hombre, se transforma.
Negar la vida eterna no es destruirla. La verdad es lo que Dios nos ha revelado.
Hoy es el momento de hacer el balance, económico pero también espiritual y moral.
Hagamos examen del año que termina.
Sin duda habrá páginas maravillosas y páginas negras. Ya no se puede borrarlas. Lo escrito, escrito está.
Hoy abrimos un libro nuevo que tiene todas las páginas en blanco.
Pidamos a Dios que en ese libro no haya páginas negras, ni desagradables, ni que eso dependa de nosotros.
´Pidámosle que dirija nuestra mano para escribir las nuevas páginas, para que a fin de año podamos besar con alegría todo lo que hemos escrito.
Es momento de examinar todas las ocasiones perdidas de hacer el bien. Son irrecuperables. Pueden venir otras; pero las perdidas, no se recuperarán.
Finalmente, demos gracias a Dios de todo lo bueno recibido en el año que termina.
De la paciencia que Dios ha tenido con nosotros. Y de su gran misericordia.- 



¡F E L I Z   A Ñ O    N U E V O
Y  QUE  DIOS  LOS  BENDIGA!

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