miércoles, 12 de diciembre de 2012

PASO 7 - RETORNO A LA HUMILDAD


SER HONRADO ACERCA DE UNO MISMO: PASO 7

LAZO DE FAMILIA Y DON DE LAS NACIONES.



John Buchan escribió en cierta ocasión: <<Sin humildad no puede haber humanidad>>. A punto de aniquilarse a sí misma, esta generación dice: <<¿Humildad? ¿Quién la necesita? Somos el número uno.>> Mientras enseñamos a la gente a hacer y tener más, las calles de todas las grandes ciudades son llagas abiertas de más y más pobres. Como resultado, nuestra sociedad está más desesperanzada, más apática, más desmotivada y más iracunda. Los hijos de esta generación codiciosa deambulan en bandas, robando para vivir, con los ojos puestos en las cosas en lugar de en la vida. Seguramente, algo puede explicarlo. Ciertamente, algo puede evitarlo.

Hace unos años, nuestro país debatía las prácticas penales de Singapur. Una asombrosa mayoría de los Estados Unidos aprobaba la paliza a bastonazos impuesta por el sistema jurídico de Singapur como castigo para un ciudadano de diecisiete años acusado de vandalismo. La paliza a bastonazos puede provocar un shock e incluso la muerte.
Pero los encuestados decían estar cansados de violencia. Querían acabar con ella, a pesar de la relativa insignificancia del delito, a pesar de la brutalidad del método. 
. Aborreciendo la violencia, elegían la violencia para eliminarla.
Es una postura extraña: una vez que nos definimos a nosotros mismos como buenos, podemos hacer lo que nos dé la gana para oponernos a los que definimos como malos. Se genera hipocresía, error y una respuesta monstruosa en nombre de la bondad.
Los pecadores arrojamos la primera piedra; sacrificamos gente inocente a la ira de un clima vengativo; electrocutamos personas en lugar de enmendarlas con un castigo justo; exterminamos pueblos en la lucha por unos ideales. 
La bondad puede volverse a sí misma mala. Y, sin humildad, hay más posibilidades que nunca de que ello ocurra.
Un proverbio chino enseña claramente: <<Si permanecemos en el camino, seguimos avanzando, y sin duda llegaremos adonde vamos>>.
La arrogancia corrompe; el mal se multiplica a sí mismo; la rectitud cae en picada. Si seguimos cultivando ese tipo de virtud en un mundo global, lo hacemos a costa de correr un riesgo.
La humildad no es ascetismo, sino el precio de un desarrollo y unas relaciones humanas sanas. La humildad es el fundamento de los fundamentos; es el don de las naciones y el lazo de las familias. Lo que no es humildad está tan vacío de espíritu como lleno de peligro para el corazón.-






Fuente: "Doce pasos hacia la libertad interior" - Joan Chittister - Sal Terrae- Santander.-


(almas_peq)

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