martes, 5 de febrero de 2013

CREER EN LA CARIDAD SUSCITA CARIDAD.


1. La fe como respuesta al amor de Dios.

El encuentro con el Dios Amor no solo comprende el corazón sino también el entendimiento, es un proceso que siempre está en camino: el amor nunca se da por concluído y completado (Ibidem,17)
El cristiano es una persona conquistado por el amor de Cristo y movido por este Amor y abierto al prójimo de un modo profundo y concreto.
La fe, que hace tomar conciencia del Amor de Dios revelado en el corazón traspasado de Jesús, suscita a su vez amor.
El amor es una luz -en el fondo la única- que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar.
Todo esto nos lleva a comprender que la principal actitud característica de los cristiano es precisamente el Amor fundado en la fe y plasmado por ella.

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2- La Caridad como vida en la fe.

La fe es conocer la verdad y adherirse a ella.
La Caridad es "caminar en la verdad.


Con la fe se entra en la amistad con el Señor.
Con la caridad se vive y se cultiva esa amistad.


La fe nos hace acoger el mandamiento del Señor.
La Caridad nos da la dicha de ponerlo en práctica.


En la fe somos engendrados como hijos de Dios.
La Caridad nos hace perseverar en este vínculo divino y dar el fruto al espíritu Santo.


La fe nos lleva a reconocer los dones que el Dios bueno y generoso nos encomienda.
La Caridad hace que fructifiquen.

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3- El lazo indisoluble entre fe y caridad.

A la luz de lo que se ha dicho, resulta claro que nunca podremos separar, o incluso oponer, fe y caridad.
La existencia cristiana consiste en un continuo subir  al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar trayendo el amor y la fuerza que derivan de éste, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas, con el mismo amor de Dios.
Una fe sin obras es como un árbol sin frutos, estas dos virtudes se necesitan recíprocamente. La Cuaresma nos invita a alimentar la fe a través de una escucha atenta y prolongada de la Palabra de Dios y la participación de los Sacramentos y, al mismo tiempo, a crecer en la caridad, en el amor a Dios y al prójimo, también a través de las indicaciones concretas del ayuno, la penitencia y la limosna.

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4- Prioridad de la fe y primado de la Caridad.

La fe nos invita a mirar hacia el futuro con la virtud de la Esperanza, por su parte, la caridad nos hace entrar en el amor de Dios; manifestado en Cristo. Infundiendo en nosotros la Caridad, el Espíritu Santo nos hace partícipes de la abnegación propia de Jesús: filial para con Dios y fraterna para con todos los hombres.

"Hermanos y hermanas, en este tiempo de Cuaresma, os deseo que lo viváis reavivando la fe en Jesucristo, para entrar en su mismo torrente de amor por el Padre y por cada hermano y hermana que encontramos en nuestra  
vida.
Por eso llevo mi oración a Dios a la vez que invoco sobre cada uno y cada comunidad la bendición del Señor." (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI por la Cuaresma 2013)



Fuente: Catholic.Net

(Mensaje del Papa Benedicto XVI-) 

(almas_peq) 

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