LA ESPIRITUALIDAD DE:
SAN JUAN DE LA CRUZ
En tu subida a Dios, es importante recordar que con cada paso que das en el camino, no sólo dejas algo detrás, sino que vas entrando en una nueva y distinta relación con Dios. Dios hace más, tú haces menos.
Dios te reconforta con una quietud más profunda, un mayor descanso, una paz más honda. Así que es una lástima que cuando se nos regala el don de esta paz, tratemos de volver a lo anterior, hacia un mundo espiritual más confortable, al que nos habíamos habituado, pero que ahora debemos dejar atrás. Tenemos que aprender a permanecer en este descanso de quietud interior, con una atención amorosa a Dios, e ignorar nuestro deseo de mantenernos ocupados en meditar.
La seguridad que nos da la actividad debe dejar lugar a lo desconocido, a la noche de la fe.
Habrá momentos en los cuales deberemos dejar de lado las fórmulas y modos de oración y meditación aprendidos con esfuerzo, para que el Espíritu pueda orar en nosotros. Cuanto más resistamos este momento, tanto más inquietos nos sentiremos.
Nuestros intentos de permanecer controlando todo nos apartarán aún más de la paz con la cual ya hemos sido agraciados.
<<DEJA DE LUCHAR...>>
"No temas a la noche" - Pág.130 - Ediciones San Pablo - Bs As.
(S.B.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario