SAN JUAN DE LA CRUZ
Al descender esta noche, recuérdame otra vez, que el alma que anda en amor, no cansa ni se cansa. En la quietud de esta noche aunque sea un momento, haz que deje de esforzarme por conservar el control de lo que tengo, lo que sé, o lo que me hace sentir cómodo.
No puedo permanecer controlando todo, porque eso me apartará para siempre de la paz que Tú, Señor, ya me has regalado. Debo ceder, y dejarte hacer lo que sólo tú puedes hacer. Desciende ahora sobre mi alma como un río de paz, para librarme de mis incertidumbres, de mi miedo a la noche.
<<DEJA DE LUCHAR...>>
"No temas a la noche" - Pág. 132 - Editorial San Pablo - Bs.As.
(almas_peq)
No hay comentarios:
Publicar un comentario